Quizá tarde o temprano tendrá que pasar,
pero hoy no podemos estar el uno sin el otro.
pero hoy no podemos estar el uno sin el otro.
Llegué a la casa dando un portazo digno de ser la cereza del pastel
de aquella pelea que acababa de terminar.
– Adiós… Nos dijimos adiós. – Me repetía una y otra vez en mi cabeza.
¿Cuántas veces no nos habíamos dicho esto antes?
Buscaba la manera de expresar cómo me sentía
y describir cada una de nuestras despedidas.
Con esto, decidí pintar el lienzo en blanco que tenía
lleno de polvo en la esquina de mi habitación.
Pasé toda la noche mezclando colores
con sentimientos y el resultado fue perfecto.
Había logrado hacer en una pintura el “adiós”
tan repetido a lo largo de nuestra relación.
Siempre lo decíamos y acto seguido nos arrepentíamos.
– Nuestro “Adiós” – Me dije – Nunca será para siempre.
Lari, me haces sentir nudos en la garganta a cada párrafo que leo. Transmites bastante, eres una genia... vales mucho. ¡Te mando un beso!.
ResponderEliminarDaniel Lechuga.